Nací en Madrid en 1935 y aquí es donde he vivido toda mi vida. Aunque estudié Educación Infantil, acabé trabajando en la sección internacional de la Compañía Nacional de Teléfonos de España. Tuve que dejar mi trabajo cuando tuve a mi primera hija. Me gustaría compartir con ustedes mi experiencia como paciente de osteoporosis.

Mi osteoporosis fue provocada por una menopausia temprana, producto de haber tenido una histerectomía total después de tener a mi cuarta hija, a la edad de 35 años. En ese momento nadie sabía qué era la osteoporosis y las consecuencias de esta menopausia temprana. Después de unos años, comencé a sufrir fuertes dolores de espalda y comencé un peregrinaje de un médico a otro que no sabía cómo tratarme porque no conocía la enfermedad... 

En el 2003 sufrí un aplastamiento vertebral, una de las consecuencias de la osteoporosis menos conocida. Se calcula que sólo el 30% de las fracturas vertebrales son diagnosticadas.

Puedo decir por mi propia experiencia lo dolorosas que son este tipo de fracturas y lo incapacitantes que resultan.

Un dolor de espalda persistente que los médicos no lograban erradicar fue el que me condujo a la Asociación de Osteoporosis y desde ahí me dirigieron a un especialista y, en ese momento, los resultados de la densitometría mostraron una importante pérdida de masa ósea

Esta primera fractura vertebral pasó inadvertida y me hizo padecer una temporada de grandes dolores.

Afortunadamente me diagnosticaron las siguientes dos fracturas a tiempo y para reconstruir las vértebras dañadas me hicieron una vertebroplastia y noté la mejoría inmediatamente.