Fue un baño de agua fría, que me dejó helada y al principio me hechó a morir, como estaba recién operada, porque fue de emergencia, no dejaba que me curaran y me quedé encerrada en mi cuarto.

Tardé mes y medio en procesarlo y aceptarlo, mi familia y amigos me apoyaron, no me dejaron sola, me regañaban y me decían "te levantas, no vas a nadar, para ahogarte en la orilla". Para mí fue más duro despertar de la cirugía y encontrarme con una colostomía, que el diagnóstico de la biopsia y los 8 ciclos de quimioterapia que recibí.

Recibir quimio, es para valientes, pero no dejé que los malestares me ganaran, me dolían la mandíbulas pero no dejé de comer, no podía llorar porque me daba corrientes, controlé las lágrimas, ahora siento que soy más fuerte y más feliz.

No ha sido fácil, pero tengo fe en Dios, la Virgen y San José Gregorio, que estoy curada, he cambiado mis pensamientos, mis aptitudes, leo y trato de enfocarme en frases, lecturas o meditaciones de mejoramiento personal, tengo el apoyo de mi familia, amigos y mis mascotas. Vivo mi vida sin preocupaciones, ni estrés, no dejo que nada negativo o malo me afecte.

Vivo un día a la vez, el hoy, con alegría, la belleza del amanecer, atardecer, el mañana puede esperar. Aprendí que se vive el hoy, el aqui , el ahora...

Para mí, esta es una prueba de que  yo, soy la hija predilecta y más amada de Dios, soy ahora más bella y feliz, me encontré a mí misma y me amo por lo que soy, Cósito y yo ahora nos entendemos y nos cuidamos mucho, más verduras, vegetales y frutas, lo mejor disfrutar la vida, seguir con Fe, Esperanza y Amor.